Panticosa-Valle de Ripera-Ibón de los Asnos

23 Sep, 2013 Por MAB

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La ruta parte desde el aparcamiento de la estación de esquí de Panticosa (1140 m.)  Tras atravesar un puente sobre el río  Caldarés se toma a la izquierda un sendero señalizado (PR-HU 95), detrás del edificio de la telecabina. Remonta la margen derecha del río Bolática, con un ascenso progresivo pero muy agradable, protegidos del sol por un denso bosque de quejigos. Enseguida llegamos al puente de la Zoche que cruza el río, bonito rincón que nos hace sacar las cámaras y tomar las primeras imágenes.

El camino se aleja del río y sigue una buena subida en zig zag que nos lleva a unos llanos abiertos que parecen estar en plena primavera, dada la cantidad de flores que los cubren. Son los Panares de la Trabenosa, prados de siega para el ganado.

Seguimos el sendero hasta llegar al puente de la Rata, que nos pasa a la margen derecha del Río Ripera. Nos incorporamos a la pista y podemos ver la cabecera del valle con los imponentes picos de la Sierra de Tendeñera. Por el camino tenemos que sortear cantidad de reses pastando, que son las verdaderas dueñas del valle.

Próximos al circo que cierra el valle de la Ripera, dejamos a la izquierda el desvío que sube al Puerto de Tendeñera y paramos a tomar un merecido almuerzo. Frente a nosotros una bonita cascada se precipita por la zona de dicho puerto.

Tomando senderos cortos que atajan nos dedicamos a recortar todo lo que podemos de la pista que sube. Vamos paralelos a la Sierra de Tendeñera cuyas paredes, cumbres, crestas y canales, algunas todavía con nieve nos tienen impresionados. El tramo es largo pero en buena armonía y conversación vamos ganando altura hasta que llegamos al refugio y Collata dero Berde a 2.040 m de altura.

Llegamos a la Paúl Alta , amplia y bonita vaguada que seguimos hasta encontrarnos con una manada de caballos en plena cría, que nos distraen de que estamos en pleno collado de Sabocos, sobre el Ibón del mismo nombre.

Aunque hace sol estamos disfrutando de un día espléndido y dispuestos a aprovecharlo, sin bajar al Ibón, decidimos seguir por la parte alta hacia el Ibón de los Asnos. Acertada decisión, que tras unos pinitos en el sendero, un poco aéreo y estrecho en algún tramo, nos enlazó con otro sendero más amplio, con unas magníficas vistas que nos acercó hasta el Ibón de Los Asnos. Un verdadero disfrute visual.

Perfectamente se desplegaron ante nuestros ojos una cantidad incontable de picos, entre los que destacaban como más conocidos el Vignemale y el  Midi D’Osseau, el macizo de Las Argualas, Los Infiernos, Gran Facha,  y toda la Sierra de la Partacua, así como el Pico Pacino y Peña Foratata.

Decidimos comer al borde del ibón, no sin antes asomarnos al Mirador del Valle, con unas vistas de vértigo sobre el valle de Tena, el pantano de Búbal y el Circo de Telera. Alguno sobrado de fuerzas aún subió al Pico Mandilar (2211 m).

Plácidamente comimos, refrescamos los  pies en el agua y decidimos bajar a Panticosa sin tomar bus ni telesilla. Teníamos por delante una vertiginosa bajada para descender los mil metros que habíamos subido . Al principio es más penosa porque atraviesa las pistas de esquí pero luego se hace más amena porque ya entramos en el bosque. Os avisamos que hay que bajar con los cinco sentidos, pues en algunos tramos el camino se comparte con auténticos kamikazes del mountain bike que aprovechan el telesilla para subir y luego bajar a toda velocidad. Otra manera de explotar la zona, aunque mal señalizada, y algo arriesgada en algunos pasos.

Dejamos Tendeñera por detrás y delante tenemos una vista fabulosa de las instalaciones de la estación y al fondo toda la grandiosidad del valle.

A pesar de habernos hecho más de 1000 m de desnivel y más de 20 Kms a lo largo de  8 horas, estamos contentos porque la excursión nos ha sorprendido por su belleza y hemos pasado un precioso día. Amena y admirable la compañía de los niños María y Jesús de 9 y 12 años que hicieron el recorrido como auténticos veteranos, así como de la infatigable perra Pukas.