Dia del Senderista, 2013

El pasado día 27 tuvo lugar el encuentro en Sabiñanigo del día del senderista, siendo la xv edición de  dicho acontecimiento, la organización del evento, corrió a cargo de los miembros del club grupos de montaña de Sabiñanigo.

El evento consistía en la realización de cuatro recorridos pensados para  que cada uno eligiese el que le venia mejor teniendo en cuenta el grado de dificultad, todos mas o menos partían a la misma hora y tenían previsto el regreso a hora similar, ya que  al final tenia lugar la comida.

Nosotros  elegimos la ruta Larrede-Olivan-San Juan de Busa.

Tras recorrer en autobús los 7 Km. que separan Sabiñanigo de Larrede, este nos deja junto a la iglesia de San Pedro. Esta  es una iglesia dedicada a San Pedro, fue construida hacia 1050 en estilo Románico aragonés, perteneciendo al grupo de iglesias denominado del Serrablo, por encontrarse en la comarca histórica del Serrablo. Este grupo de iglesias se caracteriza por no poseer elementos escultóricos decorativos, nave única rematada en ábside semicircular. San Pedro es una excepción en que tiene planta en forma de cruz latina.

La iglesia es Monumento Nacional desde 1931, figura legal que la hace formar parte de la consideración de Bien de Interés Cultural.

Nosotros tras  observarla por fuera, emprendemos la marcha para subir a la Torraza o torre del Moro, esta se  alza sobre la cima de una loma desde la que puede verse la rivera  del río Gállego. Desde Larrede se  llega a esta torre  por un cómodo sendero por el que el objetivo permanece siempre a la vista.

Se trata de una torre con cinco pisos y planta casi cuadrada. Sus lados son desiguales, con dimensiones de entre 6,36 y 6,86 metros. El espesor de los muros es de 1,35 metros, y la superficie interna en la planta baja de 15 metros cuadrados, aumentando progresivamente en los pisos superiores.

Las paredes de la torre están realizadas con piezas de piedra de diferentes tamaños, retocadas a martillo y encajadas con precisión. En sus muros se abren algunas aspilleras y ventanas, y la planta superior presenta almenado.

La asociación Amigos de Serrablo la ha restaurado recientemente.

Tras pasar un rato observando el valle que domina esta torre, emprendemos la marcha por un sendero que de  dirige a Susin, este se  abre a media ladera a la izquierda del monte, adentrándose en la espesura del bosque, el sendero  es fresco a esta hora de la mañana, algunos  aprovechan para echar un vistazo a los posibles hongos que por esta zona tiene pinta de haber, y efectivamente algunos aparecen.

Llegamos a Susin esta es una localidad  perteneciente al municipio de Biescas. También forma parte de a la comarca del Alto Gállego,  se levanta a 1.065 m. de altitud en un altiplano lleno de verdor, sito al comienzo del valle que conforma el barranco del río Oliván, tributario del río Gállego por la izquierda.

A pesar de ser una población con pocas almas, la iglesia parroquial de Santa  Eulalia, a todas luces, es el edificio más emblemático de Susín. Situada en el extremo Norte del pueblo, cuando menos, es un edificio híbrido entre el primitivo templo medieval y las obras acometidas en el siglo XVIII.

Del edificio medieval (para unos mozárabe de la segunda mitad del siglo X y para otros románico-larredense levantado entre 1060 y 1070) quedan el ábside  y el presbiterio, amén de una preciosa ventanita ajimezada, orgullo del templo y emblema de un territorio. Poseyó pinturas murales, ejecutadas en torno a 1100 y que hoy se encuentran en el Museo Diocesano de Jaca.

Susín, aunque figura como despoblado, nunca ha estado abandonado. Sus propietarios siempre lo han atendido lo mejor que han sabido y podido. Además de la explotación ovina, que obliga a desplazarse todos los días, durante los fines de semana y vacaciones siempre hay gente.

Desde hace algún tiempo y a iniciativa de Angelines Villacampa Villacampa -de casa Mallau- (fallecida en febrero de este mismos año) diversos campos de trabajo y grupos de voluntarios dedican parte de su tiempo de ocio a la rehabilitación del entorno (caminos, paredes, campos, huertos, limpieza de bosques…) y de algunos edificios del pueblo entre los que hay que destacar la ermita de Nuestra Señora de las Eras.

Tras un descanso para  reponer fuerzas emprendimos la marcha hacia Olivan, el camino discurre por bosque  nuevamente con algunas bajadas algo pronunciadas y apareciendo de vez en cuando  en la pista que se utiliza para transito de vehículos.

Olivan lo vemos allá a lo lejos, nos dedicamos a observarla mientras el grupo se reúne, desde aquí  y siguiendo la pista llegamos al aula de la naturaleza donde nos esperaban los autobuses, para llevarnos de de regreso al polideportivo con el fin de poder cambiarnos y dar buena cuenta de la comida que nos espera para dar por finalizado el evento.

El día ha sido tranquilo sin sobresaltos, casi no nos hemos cansado puesto que el recorrido ha durado unas tres horas, con innumerables paradas con el fin de disfrutar del entorno y de sus monumentos. Y….tras dar buena cuenta de la colación,  puestos nuevamente en camino hemos llegado a Barbastro, muy contentos… y ya pensando en la próxima….

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