SUBIENDO EL LISTÓN

por Pedro Solana

Otra vez hubo “Rencontre” con los hermanos franceses de Tarbes y otra vez hubo mejoría en la organización de estos fines de semana de hermanamiento que comenzaron a celebrarse en
2008 con una subida conjunta al pico Bataillance. Las citas se suceden elevando el listón cada seis meses en ambos lados de la frontera. El destino de este año 2023 era en la Vallée d’Aure,
concretamente en torno a la villa de Saint Lary, lugar muy cercano para los españoles pues desde hace décadas visitamos este valle y su ciudad de referencia tan turística y agradable.

Josiane Mornettas, en representación del CAF de Tarbes, lideró los esfuerzos organizativos y programó dos actividades de sábado y domingo además de una media pensión en el Hotel Les
Arches en el centro de Saint Lary, un establecimiento acogedor y muy confortable.

La primera cita era para ascender el valle de Moudang hasta un poco más arriba de sus famosas Granjas, justo hasta una surgencia de aguas ferruginosas que inundaban de color, en
tonos anaranjados, rojos y verdosos concretamente el lugar de la fuente e incluso las orillas del arroyo que bajaba hacia el valle. El ascenso ya lo conocíamos de antiguas excursiones y por eso disfrutamos de la comodidad de su pista y de un bosque de enormes abetos sabedores de que la sombra inundaría nuestra presencia en un día muy soleado.

La jornada se remató con la típica comida de mochila en un lugar protegido y fresco en el que nos sentábamos relajados con abundante reparto de tortillas, empanadas o dulces que
surgían de todas las mochilas. Al finalizar la excursión había aplicaciones de móvil que hablaban de 19 kilómetros andados lo que explicaba cierto cansancio y ganas de llegar al Hotel para tomar una ducha refrescante y reparadora.

En la cena hubo, como siempre, una animadísima conversación en mesas bilingües y mucha cordialidad entre los habituales participantes. Y digo habituales porque quien prueba estos
encuentros los apunta para siempre reservándolos en la agenda de nuestro club. Se convierten en cita ineludible a causa del calor humano y los lazos de amistad que tras muchos años se han
ido tejiendo entre los dos clubes (CAF y MAB).

Para la actividad del domingo Josiane y el resto del equipo organizador de Tarbes hubo de cambiar de planes pues su primera localización prevista se hallaba frecuentada por camiones
en obra de reparación de una presa. Es por ello que apostaron por lo seguro y nos llevaron al corazón de la Reserva Natural del Neouvielle. Los lagos de Oredón, Les Laquettes, Aubert y Aumar brindaron la posibilidad de pasear con placer junto a sus orillas de aguas frías y cristalinas con un desconocido bajo nivel y otra vez huir del calor a la sombra de un tupido bosque de abetos. El sendero que recorríamos a tramos era el GR10 o senda transpirenaica francesa, gemela de nuestra travesía transpirenaica por el GR11.

Se trataba de un bello sendero muy bien acondicionado que acabó hundiéndonos con estrépito en el valle y su bosque desde lo alto de un mirador o belvedere con sus majestuosas
vistas a los picos de tres mil metros en torno a la cima del Neouvielle. Una vez llegados abajo, junto a los coches, pudimos volver a compartir las delicatessen que volvieron a brotar de las mochilas a la sombra del ardiente sol atípico para estas fechas. Más parecía una sobremesa de agosto que el primer día de octubre. Pero el calor parecía que ensanchaba los corazones en el generoso reparto de viandas y tras una afectuosa despedida tomábamos los coches para ascender los escasos kilómetros que nos separaban del túnel de Bielsa.

Antes de partir habíamos anunciado el lugar de la próxima cita de mayo, será en Boltaña y ya parece que se acerca el momento de volver a abrazarnos en medio de las montañas que tanto
nos unen y a las que tanto queremos.

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