Montesa – Virgen del Socorro-Montesa-Sábado 21 de diciembre 2019

Marcha Nórdica, ruta circular: Montesa – Virgen del Socorro – Dirección Hoz – por la Tejería – Cabañera de Montesa ( 2 km son por carretera que se ha comido la cabañera) – Montesa.
Salimos un buen grupo a las 8’45 h. con nuestros coches del aparcamiento del Pedro I hasta Montesa. Son 8 km.
Desde el local social de Montesa donde dejamos los coches tomamos la pista que nos llevará al Socorro. Aproximadamente 6 km. Con 1h 30 minutos de duración. Y un desnivel de 164 m.
Tenemos a la vista Hoz de Barbastro, bien situado y muy pintoresco con sus dos barrios diferenciados.
Todo el camino disfrutamos un paisaje ejemplo perfecto del Somontano de Barbastro: campos labrados preparados para el cereal, carrascas, chinebros, oliveras centenarias, almendros y grandes superficies dedicadas al cultivo de la viña.
Pasamos por una plantación reciente de viña que no corresponde al modelo tradicional, es un modelo riojano, espaldera en alto. A la savia le cuesta más hacer su recorrido. Aquí, en esta zona, no ha resultado tan útil porque dicen los entendidos que este tipo es para terrenos más fértiles.
Un desvío a nuestra izquierda para disfrutar de un Árbol Singular, es un enebro catalogado con el Primer Premio en 1998 entre los árboles de El Grado.
Volvemos a la pista para inmediatamente salir a nuestra derecha hacia el Mirador. Desde aquí todo el paisaje es puro Somontano y un abanico se despliega ante nosotros: miramos al totalmente devastado pueblo de Guardia, al Pueyo, cerro testigo en la tierra plana, a Montesa donde están nuestros coches, a La Candelera que tan bien nos acoge en nuestras rutas otoñales, la Sierra de Guara radiante, Hoz, arriba, sobre La Corona, a 504 m. de altitud y todos los cultivos tradicionales envolviéndonos.
Vuelta a la pista de la que se sale de nuevo a la izquierda para encontrar otro chinebro que en su lucha por sobrevivir le está ganando la partida a la carrasca que tiene por vecina.
Desde aquí se llega a la carretera y girando a nuestra izquierda entramos en la ermita de la Virgen del Perpetuo Socorro.
Es una sencilla ermita. A destacar un conjunto de laudas sepulcrales que aporta excelente información sobre las élites locales de época tardorromana (depositadas en el Museo de Huesca). Unas pocas están incorporadas en la fachada de la ermita. Como nos han prestado la llave, pasamos a su interior y disfrutamos de su cuidada austeridad.
Aquí, un breve descanso. Colocamos un bonito Nacimiento, cantamos villancicos, comemos turrones y dulces. Como las nubes comienzan a empujarnos con una fina lluvia emprendemos de nuevo la marcha.
Para hacer la ruta circular, volvemos a la carretera, siguiendo un poco por ella dirección Hoz. Tomamos el segundo desvío a la izquierda, aquí paramos ya con nuestros capotes puestos para protegernos de la lluvia que se ha hecho nuestra compañera para ver las cuatro tumbas antropomorfas que todavía le ganan la partida a la maleza. Vemos el Peñón del Moro y poco después a la derecha abandonamos la pista para llegar a la antigua Tejería, en la que se aprecia restaurado el horno y un antiguo lugar que seguramente se usaría para secar las piezas.
De nuevo en la pista que aquí ya forma parte de la Cabañera de Montesa. Pasamos por Pozo Pedro muy empleado y solicitado en épocas de transhumancia. Otro punto, lugar de reunión de estos pueblos en el día de La Cruz, es un sencillo altar con un par de bancos y un pilarete en el campo con una Cruz. Seguimos caminando y aparece la carretera que se ha tragado la antigua cabañera. Se toma a nuestra izquierda y caminamos dos kilómetros por ella. Hay muy poco tráfico. A tramos se podría ir por lo que debió ser el antiguo camino. Un poco antes de llegar al pueblo, a la izquierda, bordeando una viña, tomamos el camino que nos entra a Montesa.
La vuelta son 8’200 km. Unas dos horas y un desnivel inapreciable.
Todo el grupo ha disfrutado mucho y decidido repetir esta ruta en primavera cuando las hojas sean preciosas puntillas o en otoño cuando las vides nos regalen sus tonos.

---